Para cumplir con las nuevas directrices del Parlamento Europeo, que ha acordado una cuota del 42,5% de energía procedente de renovables para 2030, será necesario un desarrollo masivo de estas tecnologías, tanto para su uso en la industria como en el resto de sectores. Según datos recogidos en el Informe de Conclusiones FIE2023 publicado esta mañana en castellano y en catalán, queda todavía un largo camino que recorrer, dado que el sector industrial catalán consume en la actualidad solo un 10,1% de energía con este origen.

El informe, elaborado por el Foro Industria y Energía, señala que la escasa presencia de renovables en Catalunya en relación con la media de España, junto con el previsto desmantelamiento de las centrales nucleares que dotan de energía a una parte importante de la industria, trae consigo la necesidad desarrollar hasta 12.000 MW de renovables adicionales, según datos de la Prospectiva Energética de Catalunya (PROENCAT 2050), además de los necesarios sistemas de almacenamiento que garanticen la seguridad de suministro.

El informe destaca que este reto conlleva enormes oportunidades para los sectores industrial y energético y añade que, para poder cumplir con estos objetivos, serán necesarios grandes proyectos de generación de energía, que precisan de la colaboración público-privada además de un enfoque global de la gestión energética de la industria.

El texto apunta el papel crucial de la energía para la competitividad de la industria. Tal y como aseguró Roger Torrent, conseller d’Empresa i Treball del Govern de la Generalitat de Catalunya durante el FIE2023, “en el camino de reindustrialización, la energía es un vector imprescindible. Si queremos asegurar la competitividad de nuestras empresas y ser aún más atractivos en la captación de inversión extranjera, el vector energético es un elemento fundamental”.

En esta misma línea, José Montilla, expresident de la Generalitat de Catalunya, añadió que “para recibir inversiones industriales, la competitividad es un elemento imprescindible, para la cual deben darse una serie de condiciones: disponibilidad de capital, cualificación profesional, suministro energético a precios asequibles y estabilidad política”.

Descenso de la producción industrial y soberanía energética

El texto destaca el descenso de la producción industrial desde el comienzo de la guerra de Ucrania, que, en los sectores intensivos en energía, ha caído un 22% en la zona euro. Además, la facturación industrial en España ha descendido un 18% de enero a junio de 2023, mientras que Catalunya acumula dos trimestres con PIB negativo. Estos datos demuestran la influencia que las fluctuaciones de precios y la incertidumbre del suministro energético tienen sobre la competitividad industrial y ponen de manifiesto la importancia de la soberanía energética.

Tal como señaló Artur Mas, expresident de la Generalitat de Catalunya, la guerra “ha puesto de manifiesto que no tener soberanía energética, no ya a escala de Catalunya, España o la Península, sino como mínimo en la UE, puede tener un precio muy alto”. El informe señala así la importancia de avanzar hacia una soberanía energética a nivel europeo, “cuyas claves serían diversificar, flexibilizar y trabajar para que no se generen nuevas dependencias energéticas”, explicó Salvador Illa, jefe de la Oposición de Catalunya.

Transición energética y competitividad industrial

El texto recoge las condiciones que el sector industrial considera necesarias para poder acometer la transición energética manteniendo e incrementando la competitividad de la industria. La primera, una regulación clara, que cumpla con el trilema “seguridad, accesibilidad y sostenibilidad”, y que elimine barreras como las que existen por ejemplo en comunidades energéticas y las redes de distribución de energía cerradas.

Por otra parte, demanda la simplificación de los trámites burocráticos, de modo que los proyectos de renovables puedan avanzar al ritmo necesario. Otras condiciones necesarias para llevar a buen término la transición energética son la implicación del territorio, haciendo partícipes de la toma de decisiones a ayuntamientos y corporaciones locales, así como una apuesta decidida por el desarrollo de renovables, complementada con tecnologías de transición y sistemas de almacenamiento, no solo para sustituir la energía ya disponible sino para electrificar más, lo que hace necesarias las líneas de alta tensión.

 

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