• La industria española es la que ha alcanzado un mayor porcentaje de consumo de renovables entre las principales economías de la UE.
  • Entre las comunidades más industrializadas, Aragón es la región donde el sector industrial tiene un mayor porcentaje de consumo de origen renovable, con un 42,4% del total, mientras que Catalunya es la de menor recurso de renovables (10,2%).
  • La intensidad energética de la industria española, en términos homogéneos, es superior a la media de la UE.
  • El informe completo está disponible en este enlace.

Madrid, 21 de septiembre de 2023.- La energía renovable supone ya una cuarta parte de la energía final que consume el sector industrial, según el informe de la consultora Opina 360 presentado en el II Foro de Industria y Energía (FIE2023). En concreto, en 2021 alcanzó un récord del 25,1%, que incluye tanto el consumo directo de renovables para producir calor (9,9%, fundamentalmente biomasa) como la energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables (15,2%).

En el contexto de las principales economías europeas, la industria española es la que ha alcanzado un mayor porcentaje de consumo de renovables, por delante de Italia (19,8%), Alemania (18,7%) y Francia (13,4%) y también de la UE (22,3%).

El peso de la energía verde sobre el total del consumo energético industrial en España creció ocho décimas en 2021 con respecto al año anterior. De este modo, la cifra actual duplica el porcentaje que se registraba hace 15 años.

Pese a este crecimiento, el estudio de Opina 360 concluye que la mayor parte de la descarbonización de la industria “llega por la vía indirecta de la generación eléctrica”, puesto que la transición energética del sector “avanza lentamente”. En este sentido, subraya que el peso de las renovables de uso directo “solo ha crecido cinco puntos en dos décadas”, al pasar del 5% al 9,9%, y se han producido “pocos cambios hacia una mayor electrificación”, que en la actualidad supone el 32,4% de la energía final del sector industrial.

Dependencia del gas natural

Según explica el director de Opina 360, Juan Francisco Caro, “hay que tener en cuenta que la electrificación no es suficiente para descarbonizar la producción industrial, puesto que más de la mitad de la energía eléctrica que se genera en España procede de fuentes no renovables como la nuclear y el gas, y que el autoconsumo industrial de electricidad es todavía escaso”. De acuerdo con la estimación que recoge el informe, en 2022 se habrían alcanzado los 2.600 Gwh de autoconsumo fotovoltaico, que solo suponen en torno al 3,5% del consumo eléctrico del sector industrial.

Los datos reflejan que a lo largo de los últimos 20 años se ha producido un paulatino descenso del consumo de petróleo y derivados, que se ha traducido en una disminución de casi 12 puntos de su peso sobre el total. La mayor parte de ese espacio lo ha ocupado el gas natural, que ha aumentado hasta el 43,5% y se afianza como la principal fuente directa de energía para la industria española. Al respecto, el informe resalta que España tiene la industria más dependiente del gas natural entre las principales economías europeas, frente al 38,8% de Francia, el 36,1% de Alemania, el 35,1% de Italia o el 32,7% de la media de la UE.

“La dependencia del gas natural es aún mayor si se añade el 26% de la producción eléctrica que se produce con esta fuente de energía. Estaríamos hablando de que más de la mitad de la energía que consume la industria, un 52%, procede de forma directa o indirecta del gas natural”, añade Juan Francisco Caro.

Diferencias por comunidades

El informe de Opina 360, que recoge cifras de algunas comunidades autónomas que calculan sus propios datos de consumo energético, indica que el papel de la industria como consumidora de energía final es “muy diferente por comunidades, debido a factores como el tamaño de la propia región, la fortaleza de la industria en la economía regional y la composición del sector”.

En este sentido, entre las regiones más industrializadas, Asturias figura como la comunidad donde la industria acapara mayor terreno sobre el consumo final de energía, con un 69,1% del total. Le siguen Aragón (38,3%), País Vasco (37,2%) y Navarra (34,9%). Catalunya, con datos de 2019, se sitúa prácticamente en la media nacional, con el 25,5%.

Entrando en el detalle de las fuentes de energía para la industria de cada comunidad, Asturias destaca por el elevado consumo de carbón (32,3%) y la Comunidad Valenciana por su gran concentración en gas natural (63,4%). El consumo directo de renovables con finalidad calorífica oscila entre el 3,6% de Catalunya y el 12,7% del País Vasco.

El informe estima que, entre las comunidades más industrializadas, Aragón es la región donde el sector industrial tiene un mayor porcentaje de consumo de origen renovable, tanto de forma directa como a través de la electricidad verde, con un 42,4% del total. Por el contrario, la industria de Catalunya, con un 10,1%, es la que tiene un menor recurso de las renovables.

Menor competitividad energética

El informe también incluye cifras sobre la intensidad energética de la industria española, que es la cantidad de energía consumida para generar cada unidad de producto. Señala que, pese a disminuir a lo largo de las dos últimas décadas, esta intensidad energética “presenta niveles ligeramente superiores a los de los principales países de la UE”. Con datos a precios constantes y en paridad de poder adquisitivo, la industria en España consume 0,082 kilos equivalentes de petróleo por cada euro de valor añadido, frente a los 0,080 de la media europea.

En términos homogéneos, eliminando las diferencias de composición de la industria con respecto a la media europea, “la brecha es algo mayor”: 0,089 en España, frente al 0,080 de la media o el 0,076 de Alemania. “Esto supone una menor competitividad energética de la industria española, por lo que es necesario avanzar en la eficiencia”, asegura Juan Francisco Caro.

En general, la industria es el segundo sector con mayor consumo final en la economía española, con un 25,6% del total, frente al 38,5% del transporte y el 18,8% de los hogares. Este consumo industrial “ha mantenido una cierta estabilidad a lo largo de la última década”, tanto en porcentaje como en volumen, con unos 20 millones de toneladas equivalentes de petróleo.

El peso del consumo final de la industria española sobre el total nacional se sitúa precisamente en la media de la UE (25,6%). Entre las principales economías europeas, Países Bajos (30,6%) y Alemania (28%) presentan un mayor protagonismo de la industria en el consumo final nacional, mientras que Italia (22,3%) y Francia (19,5%) tienen niveles inferiores a España.