El incremento de energía procedente de renovables para cumplir los planes de descarbonización a 2030 supone “más exigencias al sistema”, tanto “a las redes de transporte y distribución” que requieren “estabilidad e inteligencia en su gestión”, como a la de “los consumidores y generadores”. Así lo ha afirmado la vicepresidenta Teresa Ribera en la III Edición de ‘Energy Revolution’, congreso nacional impulsado por la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (AVAESEN).
La ministra volvió a poner de manifiesto la necesidad de buscar “espacios de acuerdo entre los distintos actores”, tal y como el Foro Industria y Energía ha destacado en múltiples ocasiones, “sin detenernos en un avance en el que nos va mucho”, ha apuntado Ribera.
Ribera hizo hincapié además en la importancia de apostar por un sistema de almacenamiento “que nos permita aprovechar bien aquello con lo que hoy contamos”, además de un apoyo administrativo “garantista”, para “conciliar adecuadamente las distintas sensibilidades”, con el objetivo de lograr “una buena gestión ordenada de nuestro sistema energético que nos permita disponer de una energía segura, estable, a precios predecibles y asumibles”.