La descarbonización puede constituir una oportunidad para la mejora de la competitividad de la industria, ya que contribuye a unos costes energéticos más bajos y estables en un momento de alta volatilidad de precios y constituye una oportunidad para fortalecer el tejido industrial. Así se puso de manifiesto en el workshop “Energía fotovoltaica para la descarbonización de la industria”, organizado por el Foro Industria y Energía en el marco del evento Solar+Storage.

“La gestión energética tiene gran importancia para la competitividad de la industria”, explicó Albert Ballbé, Coordinador de Projectes a la Direcció General d’Indústria de la Generalitat de Catalunya, “por ello, es importante promover su descarbonización” para que, además de actuar contra el cambio climático, “las empresas puedan tener una mayor estabilidad en el precio de la energía y un menor coste por emisiones de CO2”, añadió.

El experto apuntó que el actual es “un buen momento para hacer inversiones, existen muchas ayudas, desde el Institut Català de l’Energia (ICAEN) y el IDAE”, así como “dos PERTES, de energías renovables y descarbonización industrial”.

En esta misma línea, Carlos Montoya, responsable del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), destacó la oportunidad que supone para las compañías invertir en renovables: “hay un marco legislativo cada vez más flexible y ayudas desde diversas entidades. Además, para las empresas, la descarbonización supone un valor añadido, tanto desde el punto de vista de la competitividad (a través de la disminución del coste y el aumento de la estabilidad en la factura eléctrica), como de cara a los consumidores”.

Los expertos reunidos coincidieron en que la importancia de la electrificación de la industria para conseguir su descarbonización, así como en la dificultad de que esta electrificación se realice en todos los sectores. Por ello, Susana Tantos, project manager del Departamento de Ingeniería y Sostenibilidad de la Asociación de la Industria Navarra (AIN), destacó que “aunque no podamos electrificar toda la industria, a través de las renovables podemos obtener otros vectores energéticos que nos ayuden a impulsar la descarbonización. Tenemos que dar paso a un nuevo modelo, basado en las cuatro “D”: descarbonización, descentralización, digitalización y democratización, en el sentido de que el usuario es tanto consumidor como generador y gestor de la energía”.

La descarbonización como oportunidad de negocio industrial

Más allá del ahorro de costes energéticos, la transición ecológica se convierte en una oportunidad de negocio industrial. De este modo, Blanca Losada, CEO de Fortia Energía, abogó por aprovechar este mercado emergente, obteniendo al mismo tiempo independencia energética y tejido industrial. “En Europa tenemos un gran mercado y un entorno institucional sólido, lo que favorece las inversiones”. Losada considera que “la oportunidad es traer a Europa la cadena de suministro: traer la producción industrial y la tecnología al entorno europeo”.