La eficiencia energética es una de las herramientas clave para que las industrias puedan acometer la descarbonización de un modo a la vez sostenible y rentable. En un momento de volatilidad del precio de la electricidad como el actual, la apuesta de la industria por la mejora continua de su gestión energética y la incorporación de soluciones de autoconsumo renovable, individual o colectivo, son herramientas muy útiles para mejorar la cuenta de resultados y estabilizar los costes.

Así se puso de manifiesto en el workshop “Energía fotovoltaica para la descarbonización de la industria”, organizado por el Foro Industria y Energía en el marco del evento Solar+Storage. En el segundo panel del encuentro, titulado “¿Cómo puede la energía fotovoltaica ayudar a la industria?” se presentaron los casos de éxito de Nestlé y AkzoNobel, así como las herramientas para conseguir esta descarbonización rentable, de la mano de Area 8, Enertika y Neoelectra Renovables.

“La gran oportunidad está en la eficiencia energética, que permite un ahorro de costes de entre el 25 y el 30% a las empresas”, explicó Francesc Tarongí, CEO de Enertika. Para conseguirlo, el experto aportó tres elementos fundamentales: el impulso del almacenamiento para gestionar excedentes, el desarrollo de los certificados de eficiencia energética y la digitalización, que permite aumentar el conocimiento sobre la demanda para gestionarla adecuadamente.

Respecto a este último punto, Baltasar Pozuelo, gerente de Area 8, aseguró que “la demanda solo se puede gestionar con digitalización”. El experto señaló que “tenemos que ser capaces de gestionar los instrumentos disponibles para aumentar la eficiencia, y las comunidades energéticas forman parte de este proceso de manera muy resiliente”. El planteamiento de Area 8 se basa en el autoconsumo compartido, es decir, “en la generación de ingresos agregados por el cobro de la energía producida dentro de una instalación fotovoltaica común”, un modelo que ya está desarrollando en polígonos industriales como la Zona Franca y el Puerto de Barcelona, explica Pozuelo.

Autoconsumo fotovoltaico para mejorar la rentabilidad de la industria

Las soluciones de autoconsumo suponen una oportunidad para mejorar la rentabilidad de las empresas y dotarlas de energía verde y con un precio estable a largo plazo. “La volatilidad que hemos tenido los últimos años en la cadena de suministro nos ha impulsado a buscar certidumbre en la red de operaciones”, explica Jordi Aycart, responsable de sostenibilidad de Nestlé España. En el momento actual, el 100% de la energía que adquiere el grupo en España es de origen renovable, a lo cual se unen sus desarrollos de autoconsumo fotovoltaico en sus plantas de Reus y La Penilla, que también cuenta con una caldera de biomasa, al igual que la planta de Girona.

“Buscamos la solución idónea para la descarbonización en función de la situación y la especialización de cada fábrica”, apunta Aycart. “Hemos llegado ya al 100% de renovables, pero queremos ir más allá”, explica. Además de con la sostenibilidad, esta decisión “tiene que ver con la seguridad de tener un suministro energético de proximidad”, afirma el experto.

En la misma línea, AkzoNobel ha aplicado también la fotovoltaica y ha cubierto el 87% del techo de su site de Vilafranca con paneles solares, logrando una reducción de consumo del 15% y un descenso del coste del 33%. “Esta diferencia radica en la desaparición de los picos de consumo que teníamos durante el día, que es cuando podemos contar con nuestra energía fotovoltaica”, explica Daniel Mata, manager del site de Vilafranca, que enfatizó la importancia de la planificación de la demanda para ganar en eficiencia.

La compañía tiene como objetivo avanzar más en esta dirección, a través de herramientas como “la auditoría energética, la implantación de la ISO 50001 y la ampliación de la instalación fotovoltaica de Vilafranca”, apuntó Foix Galimany, manager de ingeniería y mantenimiento de la instalación. Otra herramienta que está empleando AkzoNobel para incrementar su sosteniblidad es la reducción de la huella de carbono a través de la reorganización de la producción.

Excedentes: ¿apoyo o barrera?

Los ponentes analizaron las diferentes maneras de gestionar los excedentes, a través de almacenamiento o el vertido a red entre otras herramientas. Claudio Amilibia, responsable de Neoelectra Renovables, apuntó que “en instalaciones menores de 100 Kw, resulta fundamental el apoyo de una comercializadora para dar salida a los excedentes”. En cuanto a las de mayor envergadura, pueden ser de gran ayuda “los equipos de calor eléctrico o baterías térmicas”, o bien, si la industria cuenta con varios edificios, “la creación de pequeñas instalaciones de 100 kw con compensación para consumo compartido”. Para el primer caso, Amilibia recalcó la importancia de “contar con el apoyo de la comercializadora desde el principio”, en lugar de realizar primero la instalación. “Debemos saber desde el primer momento cómo gestionar los excedentes”, añadió.

Los participantes coincidieron además en la importancia del almacenamiento para gestionar los excedentes energéticos generados. “En la actualidad, se puede rentabilizar una planta fotovoltaica en las horas de consumo industrial diarias, pero posiblemente deje de ser así en poco tiempo, ya que estaremos compitiendo con un precio de la energía muy bajo a esas horas”, apuntó Francesc Tarongí. Los expertos destacaron que, en el caso de las baterías, existe aún un largo camino que recorrer, aunque, tal y como destacó Baltasar Pozuelo, la planificación de futuro no debe frenarse por la situación de la tecnología disponible en el momento actual: “plantearnos horizontes pensando que la tecnología va a ser constante es un error”, recalcó.