La Comisión Europea ha presentado la Ley de Industrias de Emisiones Cero, que tiene como objetivo fortalecer la competitividad en la fabricación de tecnologías de cero emisiones en la UE. La Ley pretende crear mejores condiciones para establecer este tipo de proyectos en Europa y atraer inversiones, con el fin de que la capacidad de fabricación de estas tecnologías estratégicas alcance al menos el 40% de las necesidades de despliegue de la UE para 2030, reduciendo la dependencia de materias primas críticas y contribuyendo a la transición energética.

La Ley pretende mejorar las condiciones para la inversión estas tecnologías estratégicas, facilitando el acceso a la información, reduciendo la carga administrativa para establecer proyectos y simplificando los procesos de concesión de permisos. Además, los proyectos estratégicos calificados como cero emisiones podrán beneficiarse de plazos de permisos más cortos y procedimientos simplificados.

Entre estas tecnologías estratégicas que la ley quiere incentivar se incluyen:

  • Energía solar fotovoltaica y solar térmica
  • Eólica terrestre
  • Energía renovable marina
  • Baterías y almacenamiento
  • Bombas de calor y energía geotérmica
  • Electrolizadores y celdas de combustible
  • Biogás/biometano
  • Captura, utilización y almacenamiento de CO2
  • Tecnologías de red y tecnologías de combustibles alternativos sostenibles
  • Tecnologías avanzadas para producir energía a partir de procesos nucleares
  • Pequeños reactores modulares
  • Combustibles alternativos (best-in-class)

La Comisión se ha referido también a las políticas de impulso de hidrógeno renovable dentro de la UE, tanto de fabricación dentro de Europa como importaciones de socios internacionales, y ha anunciado que las primeras subastas piloto sobre producción de hidrógeno renovable se lanzarán bajo el Fondo de Innovación en otoño de 2023.

Los proyectos seleccionados recibirán un subsidio en forma de una prima fija por kg de hidrógeno producido por un máximo de diez años de funcionamiento, lo que aumentará las posibilidades de financiación de los proyectos y reducirá los costes generales de capital. Además, la Comisión ha explicado que está explorando más a fondo el diseño del Banco Europeo de Hidrógeno, que se espera que esté operativo antes de final de año, para incentivar las importaciones de hidrógeno renovable.