Adquirir energía 100% de origen renovable y apostar por el autoconsumo, adaptándolo a las particularidades de cada planta. Estas son las dos palancas fundamentales de la estrategia de sostenibilidad energética de Nestlé, que ya se ha implantado con éxito en España y Portugal. “Al cierre de 2022, el 100% de toda la electricidad que compramos a la red procede de fuentes renovables. Es un compromiso que tenemos a nivel de grupo para 2025 y que en España y Portugal ya hemos logrado”.

Así lo explica Jordi Aycart, director de Sostenibilidad de Nestlé España y Portugal, uno de los ponentes del workshop “Energía fotovoltaica para la descarbonización de la industria” que el Foro Industria y Energía organiza en el encuentro sobre energía fotovoltaica Solar+Storage el próximo 11 de mayo.

Nestlé está apostando por la energía fotovoltaica de autoconsumo en las plantas de producción de café de Reus (Tarragona) y en el de fabricación de tomate frito, en Miajadas (Cáceres). “En promedio, el 30% de la energía eléctrica que consume la fábrica de Reus procede de las placas fotovoltaicas de autoconsumo instaladas en el centro. Cuando la fábrica no está operativa, el excedente de esta energía se vierte a la red”, explica Aycart. El mismo esquema es el que se ha puesto en marcha en Miajadas, que ya tiene también un tercio de su suministro energético procedente de fotovoltaica.

En cuanto a las previsiones a corto plazo, el experto anuncia que para el próximo otoño prevén “obtener 62 GW de energía fotovoltaica para las plantas de España (52 GW) y Portugal (10 GW), procedentes de un parque solar mediante un acuerdo suscrito con un proveedor especializado. A través de esta acción y de una planta adicional prevista para el último trimestre de año, el objetivo es llegar al 45% de la energía eléctrica total procedente de fotovoltaica”, explica Jordi Aycart.

La apuesta de la compañía por las energías renovables, no sólo la eléctrica, incluye la adaptación del mix a las particularidades de cada planta. De esta manera, la fábrica de Girona (productora de café soluble) se nutre de energía procedente de una planta de biomasa que aprovecha los posos de café; mientras que en La Penilla (Cantabria), productora de bombones, tabletas de chocolate y cacao soluble, una parte de la energía consumida procede de biomasa a base de cascarilla de cacao. “En función de las características de cada fábrica, seleccionamos una estrategia de abastecimiento energético renovable diferente”, explica el experto.

“Trabajamos para implantar en el futuro otras fuentes renovables o de impacto neto cero como el biogás y estamos atentos a otros sistemas de generación que puedan desarrollarse, como el hidrógeno verde”, añade. “A pesar de haber cumplido ya nuestro objetivo de comprar el 100% de energía eléctrica de origen renovable, seguiremos adaptando el mix en función de la realidad de cada fábrica y de la eficiencia e impacto de las nuevas tecnologías que van surgiendo”, concluye el director de sostenibilidad de Nestlé España y Portugal.

 

Sostenibilidad, ahorro de CO2 y mejora de la competitividad

Para la puesta en marcha de sus dos sistemas fotovoltaicos de autoconsumo en Reus y Miajadas, Nestlé se ha apoyado en Enertika, una empresa de servicios energéticos especializada en energía distribuida para medianos y grandes consumidores industriales e infraestructuras públicas.

Las principales ventajas que aporta a una compañía industrial la instalación del autoconsumo fotovoltaico son “la sostenibilidad, el ahorro de CO2 y la mejora de la competitividad”, señala Francesc Tarongí, CEO de Enertika y también ponente del workshop. De este modo, “Nestlé se beneficia de contar con energía in situ, totalmente local y verde, sin precisar inversión inicial a un precio competitivo respecto a los actuales precios de la energía”, añade.

Las dos instalaciones de Nestlé están dotadas de más 3.400 paneles de última generación instalados en suelo, equivalentes a más de 1,5 MWp de potencia instalada que producirán más de 2,3 GWh al año, el equivalente al consumo de más de 650 hogares. Estas instalaciones han sido desarrolladas por Enertika, que también se ha hecho cargo de la inversión, comercializando a Nestlé la energía obtenida a un precio competitivo.

“Nuestra compañía se ocupa de la tecnología, la financiación y la gestión y monitorización de las instalaciones”, apunta Tarongí. Emplear la digitalización permite por una parte “la gestión de la generación eléctrica, pero también la monitorización de la demanda, con lo que establecemos un sistema de gestión energética integral que nos permite desarrollar un sistema de mejora continua de la eficiencia energética”, explica el experto.