• La valorización de biomasa forestal es una herramienta muy útil para la prevención de incendios forestales, ya que contribuye a eliminar del bosque la masa susceptible de convertirse en combustible, al mismo tiempo que dota a la industria de una fuente de energía sostenible y de proximidad.
  • Según datos del Cluster de Bioenergia de Catalunya, el consumo anual de 6.000 toneladas de biomasa para la producción de vapor industrial al 30% de humedad contribuye a evitar incendios en 60 hectáreas de bosque cada año.
  • Naciones Unidas prevé un incremento de los incendios forestales en un 30% para 2050 y en un 50% para fin de siglo, debido fundamentalmente al cambio climático y los cambios en el uso de la tierra.

Madrid/Vielha, 21 de julio de 2022. Los dramáticos incendios forestales que están asolando España en los últimos días han puesto de nuevo en el punto de mira las medidas que contribuyen a prevenirlos. Una de ellas es el impulso de la gestión forestal de los bosques a partir de la producción de biomasa, ya sea para calentar edificios o producir calor para la industria.

Expertos del Foro Industria y Energía apuntan que la biomasa forestal es un recurso muy útil en la prevención de incendios, ya que evita la acumulación en el monte de elementos de combustión rápida, a la vez que se obtiene una fuente de energía limpia, contribuyendo a la prevención del cambio climático, que, según Naciones Unidas, es, junto a los cambios en el uso de la tierra, la razón fundamental del incremento de incendios forestales. Tal y como vaticina su último estudio sobre este tipo de desastres, aumentarán en un 30% para 2050 y en un 50% para fin de siglo.

En Catalunya, por ejemplo, más de 30 industrias ya han iniciado el camino de la descarbonización de mano de la biomasa forestal, para mejorar su competitividad y sostenibilidad, así como para contribuir directamente a la prevención de incendios forestales. En este sentido, cada hectárea de bosque gestionada permite generar aproximadamente 100 toneladas de biomasa forestal.

De este modo, si por ejemplo una industria papelera consume al año 6.000 toneladas de biomasa para la producción de vapor industrial al 30% de humedad, su planta de biomasa contribuye a evitar incendios en 60 hectáreas de bosque cada año, según datos publicados por el Cluster de Bioenergía de Catalunya en su informe “Guía práctica para incorporar criterios de responsabilidad social y ambiental en el uso de la biomasa para la prevención de incendios forestales”.

El Cluster apunta que el objetivo de esta guía es ser una herramienta a disposición de las industrias que utilizan la biomasa como combustible para acreditar que procede específicamente de áreas estratégicas para la prevención de incendios, y, al mismo tiempo, valorar la acción empresarial contra el cambio climático.

Eduardo Álvarez, director técnico del FIE y profesor de la Universidad de Oviedo, apunta que “los bosques son un pulmón ambiental que previene la desertificación y el aumento de las temperaturas, absorbe CO2 y además tiene potencial para generar biomasa, que se puede utilizar para obtener electricidad y calor tanto para usos industriales como domésticos”.

 

Contexto de crisis y transición energética

El Foro Industria y Energía resalta que esta capacidad de generar energía a través de recursos existentes en el propio territorio tiene una especial importancia en un momento de crisis energética como el actual, en el que las exportaciones de combustible procedentes de terceros países se encuentran en riesgo.

“En un contexto de transición energética del sector industrial, este requiere todas las fuentes de energía renovable disponibles para escapar de la dependencia de los combustibles fósiles y poder reducir su contribución a la generación de emisiones de gases de efecto invernadero”, explican desde el Cluster de Bioenergia de Catalunya. “Dentro del conjunto de energías renovables, la biomasa es la principal energía de la que disponemos, que no solo nos ayuda a reducir emisiones y aportar mayor competitividad económica a la industria, sino que contribuye al mismo tiempo a resolver la problemática de los grandes incendios forestales”.

 

Caso práctico: la Val d’Aran

En esta línea, ya se están llevando a cabo proyectos como los que ha emprendido el Conselh Generau d’Aran, en colaboración con los ayuntamientos y las entidades municipales del territorio, con el objetivo de impulsar una economía verde, disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y apostar por una energía más barata, renovable y con menos emisiones. Entre las acciones puestas en marcha se incluye una nueva estrategia forestal, que se basa en un aprovechamiento sostenible de los recursos y una apuesta por la bioeconomía y las energías renovables, a la vez que se cuida de los bosques y se diversifica la economía de la zona.

En la actualidad, el Conselh Generau d’Aran se encuentra a las puertas de inaugurar la nueva caldera de biomasa que dará servicio al Hospital de la Val d’Aran en Vielha. La caldera estará alimentada por la madera extraída de los bosques del territorio y tratada en el Centro Logístico de Biomasa de la población aranesa de Les. El pasado verano se recolectaron 650m3 de madera procedentes de árboles de menos de 28 cm de diámetro, previamente marcados siguiendo los estudios realizados por los servicios técnicos de la institución.

Tal como afirma Gemma Arjó, ingeniera técnica forestal del Conselh Generau d’Aran, estos 650m3 “se pueden convertir en aproximadamente un total de 500 toneladas de astilla de calidad para calentar el hospital durante un año”. Además, puso en valor este tipo de madera para la industria maderera y aserradora: “este año se han podido recolectar 2.000m3 de madera para fabricar laminas o vigas”.