-
Los aranceles de Trump, un elemento más que influirá en la futura ubicación de las industrias junto a cuestiones como el acceso a la energía limpia o la gestión del talento
-
Los aranceles refuerzan la necesidad de impulsar el reshoring (relocalización), la vuelta de la industria a su lugar de origen frente a la pasada deslocalización.
-
El reshoring debe verse como un concepto que va más allá del regreso de las empresas para verse manara global
-
La necesidad de una reindustrialización europea responde a razones estructurales y de largo plazo que trascienden el momento político. Tal como destaca Loreto Ordóñez, consejera delegada de ENGIE España, “Trump solo ha acelerado el diagnóstico”
El panorama de aranceles esbozado durante la presidencia de Donald Trump vuele a poner de actualidad una pregunta clave planteada ya en 2023 por el economista Ricardo Hausmann: ¿cómo reconfigurará la transición hacia fuentes de energía limpia la geografía y estructura de la producción industrial en el futuro?
Como señala Hausmann, la historia de la localización industrial ha estado estrechamente ligada a la disponibilidad y naturaleza de la energía. En los inicios de la Revolución Industrial, las fábricas se agrupaban cerca de ríos y molinos, atraídas por la necesidad de contar con una fuente energética cercana. La llegada del carbón, el petróleo y la electricidad permitió desvincular la industria de estos recursos localizados, gracias a la mayor transportabilidad de la energía.
El auge de las energías renovables abre la puerta a un nuevo cambio de paradigma. Aunque limpias y cada vez más competitivas en costes, las renovables siguen siendo difíciles y caras de transportar. En este contexto, Hausmann plantea una respuesta convincente: la industria del futuro deberá situarse donde la energía verde abunda.
Sin embargo, la política ultraptoteccionista del “America only” de Trump, añade un nuevo vector al futuro de la localización de la industria y revela la necesidad del reshoring o relocalización industrial desde una perspectiva amplia del propio concepto.
La coyuntura arancelaria revela la necesidad estructural del reshoring
Las políticas comerciales impulsadas por la administración Trump proporcionan un contexto potente para esta reflexión. Los aranceles han puesto en evidencia la importancia del reshoring, es decir, la relocalización de la producción industrial en el propio territorio, una idea analizada en profundidad, entre otros, por el experto Bruce Katz. De hecho, incluso con Joe Biden al frente, Estados Unidos ya había iniciado un proceso activo para atraer industrias de vuelta al país.
A la luz del contexto actual, queda claro que una estrategia sólida de reshoring no solo es beneficiosa, sino quizás imprescindible. Enfrentarse a potencias globales como China exige reforzar la industria nacional y avanzar hacia una mayor autonomía productiva. Por eso, la pregunta de Hausmann cobra aún más relevancia: ¿dónde se asentará la industria del futuro? En este sentido, los aranceles —aunque puedan ser medidas coyunturales— han acelerado el impulso hacia el reshoring. Lo fundamental es no perder de vista que esta decisión representa un giro estratégico a largo plazo, que debe ser reforzado y no quedar diluido en la coyuntura.
Europa responde al unísono: una partitura por la reindustrialización
Al otro lado del Atlántico, Europa también afina su respuesta ante este nuevo mapa industrial global. Como en una elaborada sinfonía, distintas iniciativas y documentos estratégicos representan compases coordinados que interpretan una melodía clara y armoniosa: Europa debe reindustrializarse. El informe Letta, el informe Draghi, la Brújula de la Competitividad, el Clean Industrial Deal o el Action Plan for Affordable Energy representan instrumentos, diferentes pero complementarios, que interpretan la misma partitura con este mensaje inequívoco.
A este coro de iniciativas estratégicas se suma la voz de Loreto Ordóñez, consejera delegada de ENGIE España, quien durante el encuentro Expansión Energía 2025 afirmó: «Trump solo ha acelerado el diagnóstico». Su observación evidencia que, aunque la coyuntura política actual haya intensificado la urgencia, la necesidad de una reindustrialización europea responde a razones estructurales y de largo plazo que trascienden el momento político.
Este enfoque refuerza la convicción de que Europa necesita avanzar con decisión en su estrategia de reindustrialización y aplicar un plan de reshoring coherente, ambicioso y estructurado que permita al continente recuperar su protagonismo en el escenario industrial global.
Reshoring 2.0: el triángulo virtuoso de ecosistemas industriales, energía competitiva y talento verde
Nuestra visión del reshoring va más allá de traer de vuelta empresas ya existentes. Apostamos por la creación de un ecosistema fértil donde puedan nacer y prosperar nuevas industrias. Esta aproximación holística reconoce que una reindustrialización sostenible no se basa solo en el retorno, sino en construir condiciones de crecimiento, innovación y arraigo a largo plazo.
Para lograr este objetivo, Europa debe convertirse en un destino atractivo para la inversión industrial. Y eso exige revisar uno de los pilares fundamentales: el coste de la energía.
Las industrias necesitan un acceso constante, seguro y asequible a la electricidad. El informe de WindEurope, Revamping electricity bills for a competitive and secure Europe, subraya un reto clave: las cargas fiscales y recargos que afrontan las industrias europeas en sus facturas eléctricas son significativamente más altas que en Estados Unidos o China. De hecho, los recargos eléctricos para consumidores industriales en Europa pueden ser hasta cuatro veces superiores a los de China. Esta diferencia exige una revisión estructural de nuestro modelo energético. Si Europa quiere atraer industria, debe ofrecer un marco energético competitivo y rentable.
Otro pilar clave para una industria competitiva es el talento. La transición energética exige una nueva generación de profesionales con competencias técnicas y visión de futuro. La tercera edición del Foro Sella, titulada “Autonomía estratégica: industria, energía y talento”, profundizará en cómo cultivar ese talento verde y qué condiciones deben generarse para atraerlo y retenerlo.
Respondiendo a Hausmann: Europa como destino industrial
A la pregunta de Hausmann sobre dónde echará raíces la industria en la era verde, nuestra respuesta es contundente: en Europa, si creamos las condiciones adecuadas. Esta ambición requiere una estrategia de reshoring integral que trascienda la mera repatriación de capacidades productivas. Necesitamos generar un ecosistema de valor completo que beneficie a toda la cadena: desde los productores de energía hasta los consumidores industriales, pasando por los trabajadores cualificados que constituyen el corazón de la actividad industrial. Solo así el continente podrá reclamar su papel protagonista en la nueva geografía industrial global.
En definitiva, la reindustrialización no es solo una respuesta coyuntural a la rivalidad geopolítica o a los desafíos comerciales, sino una apuesta estratégica por construir una Europa más próspera, resiliente y soberana.