La Comisión Europea ha presentado su propuesta de reforma del mercado eléctrico, con la intención de que el plan, que aún deberá ser aprobado por el Parlamento Europeo, pueda entrar en vigor en la primera mitad de 2024. Su objetivo a largo plazo es que el 70% de la electricidad europea sea de origen renovable en 2030.

Claves:

  1. El sistema marginalista de precios no cambia (en contra del criterio del Gobierno español). El precio a pagar seguirá fijándolo la tecnología de producción más cara.
  2. Se propone incentivar los contratos a largo plazo y los acuerdos de compra de energía (PPA) entre productores privados y compradores de energía, con el objetivo de dar más estabilidad y predictibilidad a los precios, especialmente para la industria, tal y como el Foro Industria y Energía ha planteado en diversas ocasiones.
  3. Se permite a los países ampliar los precios minoristas regulados a los hogares y las pymes en caso de crisis.
  4. Se impulsa el desarrollo de las comunidades energéticas: se plantea regular el uso compartido de energías renovables, de modo que se pueda invertir en renovables y vender el exceso de electricidad solar entre los vecinos, no solo a su proveedor.
  5. Se plantea el establecimiento de contratos por diferencias pensados para las ayudas públicas para las energías renovables o nuclear, que establecen un precio fijo para toda la duración de la inversión.