Catalunya tiene un largo camino por recorrer para cumplir los planes de descarbonización para 2030 y 2050. Para lograrlo, es necesario agilizar las tramitaciones administrativas, hacer al territorio protagonista en la toma de decisiones e impulsar el intercambio de experiencias con todos los actores implicados con las renovables y la transición energética, dentro y fuera de Catalunya.

Aumentar la velocidad de la transición energética en Catalunya es imprescindible para cumplir los objetivos medioambientales marcados por las administraciones locales, nacionales y europeas. Así lo consideraron los expertos reunidos en la mesa “Agenda energética y territorio” del FIE2023, que coincidieron en que, para ello, es necesario agilizar las tramitaciones administrativas, impulsar las renovables e implicar al territorio en la toma de decisiones sobre energía.

En el momento actual, Catalunya ya cuenta con políticas y planes “bien enfocados” para acometer la descarbonización, tal y como explicó Marta Morera, directora de l’Institut Català de l’Energia (ICAEN), que destacó que “por fin está despegando la transición energética”. Para su consecución, Morera resaltó la necesidad de acometer un cambio “no solo tecnológico, sino también estructural”, en un proceso que comparó con “un transatlántico que hay que virar, y eso exige que se sienten las bases regulatorias, técnicas y de los diferentes sectores”. Para impulsar esta transformación se ha aprobado la Prospectiva Energética de Catalunya (Proencat 2050), un conjunto de veinte estrategias “que hay que desarrollar y coordinar al máximo nivel”, afirmó.

La directora del ICAEN añadió que para cumplir los objetivos en 2030, a los que “no podemos renunciar”, es necesario “reducir la burocracia” e “incorporar la parte social y de territorio”.

Implicar al territorio

En este sentido, Ferran Civit, president de Energies Renovables Públiques de Catalunya (L’Energètica), lamentó que, “por diferentes circunstancias, el territorio se ha sentido espectador pasivo” de los proyectos de renovables. “Para revertir esta situación, por la que mucha gente está en pie de guerra contra las renovables, queremos hacer las cosas de una forma diferente, y participar con los municipios en nuevos proyectos fotovoltaicos, eólicos e hidráulicos”.

El president de L’Energètica expuso el plan de la entidad de acometer proyectos en toda Catalunya “con el apoyo de 947 municipios y 40 consejos comarcales, para desarrollar proyectos de igual a igual, donde el territorio de sienta protagonista”. Además, llamó la atención sobre la importancia de este proceso, ya que hay “unos planes muy ambiciosos en 2050 y en Catalunya tenemos un largo recorrido por delante para llegar a esta fecha con los deberes hechos”. Por ello, la entidad viene a ser “un actor más”, que espera “compartir experiencias con todos los actores implicados con las renovables y la transición energética, catalanes o de fuera”.

Eficiencia energética y tecnología propia

Junto a la necesidad de reducir los trámites administrativos, Iñigo Ansola Kareaga, director general del Ente Vasco de la Energía (EVE) y presidente de la Asociación de Agencias Españolas de Gestión de la Energía (EnerAgen), puso el acento en otros dos conceptos clave: la eficiencia energética y la apuesta por tecnología propia para evitar la dependencia del exterior. “Si somos capaces de producir utilizando menos energía seremos más eficientes, más competitivos desde el punto de vista de la industria y más sostenibles en términos ambientales”, apuntó.

El experto destacó que la transición energética ya comenzó desde la crisis del petróleo de los años 70, “cuando ya fuimos conscientes de que había que diversificar el mix energético” para disminuir la dependencia de los hidrocarburos, y ahora, tras la invasión de Ucrania, ha quedado de nuevo patente “la dependencia de los combustibles fósiles, que tenemos que reducir a toda velocidad”, apuntó.

Para acometer la transición energética, Ansola instó a “reducir los plazos e instalar energías renovables”, pero “con una garantía de suministro” que debemos definir de dónde tiene que venir. El experto afirmó que la alternativa puede ser el hidrógeno, pero a día de hoy “no disponemos de tecnología suficiente para que su coste sea competitivo, y además debemos dotarnos de nuestra propia tecnología. Hay que tomar la transición como una oportunidad para desarrollar tecnología y crear puestos de trabajo”, concluyó.

4.000 MW en proyectos desde parques eólicos y solares en Aragón

Carlos Ontañón, director de Transición y Medio Ambiente de Forestalia, hizo público un detallado estudio sobre los proyectos en curso de la compañía que aportarán energía a Catalunya desde parques eólicos y solares ubicados en Aragón. Dichos proyectos, que cuentan con la Declaración de Impacto Ambiental aprobada, suman una potencia instalada de 4.000 MW, lo que podría “resolver el 40% de las necesidades energéticas de la industria en Catalunya para 2030”.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha emitido declaraciones de impacto ambiental favorables para diversos parques eólicos y fotovoltaicos que Forestalia proyecta en las provincias de Huesca y Zaragoza, y que suman en torno a 1,7 gigavatios. Las instalaciones ya cuentan con puntos de conexión autorizados por Red Eléctrica en los municipios catalanes de Pierola y Rubi. Estas declaraciones ambientales, junto con el resto de la tramitación administrativa, permitirán activar “una inversión de unos 4.000 millones de euros para construir los parques”.