Reflexión
Esta semana, el Consejo de ministros ha asignado 794 millones de euros en ayudas directas a 7 grandes proyectos de producción y uso intensivo de hidrógeno renovable en actividades industriales, financiados por la Comisión Europea. Con ello, el Gobierno de España busca lograr una producción próxima al punto de consumo para la paulatina sustitución por hidrógeno de la energía de origen fósil, de modo que toda la industria pueda experimentar los beneficios de la descarbonización.
La electrificación de la industria española es estratégica en la descarbonización de la economía. Al mismo tiempo, el impulso al hidrógeno verde obtenido con energía renovable podría facilitar la descarbonización de industrias de difícil electrificación. Una vez se haga realidad, el hidrógeno verde sería una alternativa a los combustibles fósiles para mejorar la competitividad industrial, especialmente en aquellos sectores intensivos en uso de calor. Se trata de un gran aliado para descarbonizar por ejemplo la industria química, del acero o el cemento, así como la aviación y el transporte marítimo. Es importante recalcar que, más allá de su desarrollo a escala, los puntos de suministro deben situarse allá donde la industria los requiera.
El hidrógeno más que un combustible, es un vector energético que puede dar salida al excedente de fotovoltaica y eólica que no pueda volcarse a la red, reforzando la garantía y continuidad de suministro de esta electricidad renovable para el conjunto del sistema industrial. Pero, mientras tanto, necesitamos seguir avanzando en descarbonización a través de otras vías. Teniendo en cuenta el grado de desarrollo actual de esta tecnología, el hidrógeno es una apuesta de futuro a largo plazo. En la actualidad, necesitamos soluciones de carácter más inmediato para descarbonizar la industria, como puede ser el refuerzo de las redes de distribución y de sistemas de almacenamiento por baterías para impulsar el uso de electricidad renovable.
Desde el Foro Industria y Energía celebramos esta apuesta del Gobierno por el hidrógeno verde, que sigue la agenda de descarbonización industrial, y recordamos que esta medida debe acompañarse con inversiones en capital humano e infraestructuras que fortalezcan la industria, además de un avance decidido en legislación, concretamente, en el refuerzo del mercado único europeo a través de la energía. A su vez, consideramos que es importante hacer llegar este tipo de medidas a todos los actores implicados en la industria, no solo a las grandes empresas. De esta forma nos aseguraremos un tejido industrial competitivo, dinámico e innovador en todos sus sectores.