Reflexión

La energía fotovoltaica tiene un importante potencial para la industria, como fuente de suministro de energía sostenible y segura, y como oportunidad para el desarrollo de nueva actividad industrial. Así lo destaca Blanca Losada, CEO de Fortia Energía, compañía comercializadora de gas y electricidad orientada a grandes consumidores industriales. Losada será una de las ponentes en el workshop “Energía fotovoltaica para la descarbonización de la industria” que el Foro Industria y Energía organiza en el encuentro sobre energía fotovoltaica Solar+Storage el 11 de mayo en Barcelona.

Para Blanca Losada, la fotovoltaica tiene un papel relevante en la gestión energética de la industria, “aunque no sea una solución completa por sí misma, ya que la curva de generación solar no se ajusta necesariamente al perfil de consumo industrial, que suele presentar una curva con demanda significativa en horario valle y nocturno”. No obstante, su valor es indiscutible: “el autoconsumo fotovoltaico cuenta con una ventaja como es su proximidad al punto de consumo” explica Losada.

“Esta característica permite evitar la necesidad de construir nuevas infraestructuras eléctricas, con el consiguiente ahorro de costes y de plazos, aspecto este último especialmente importante en el momento actual, en que la reducción de la dependencia energética de los combustibles fósiles constituye una prioridad para la Unión Europea. Asimismo, la integración de generación y consumo en una misma planta industrial contribuye a la reducción de pérdidas en la red y a una mayor eficiencia”, apunta.

En cualquier caso, la industria necesita complementar el autoconsumo fotovoltaico con otras alternativas de suministro, de manera que el conjunto se ajuste a la curva de demanda del consumidor. Esto puede llevarse a cabo mediante diferentes soluciones, como son “la compra de energía en el mercado o la suscripción de contratos PPA. Hoy día están también surgiendo alternativas más innovadoras, como son las soluciones locales de almacenamiento y la flexibilidad del propio proceso productivo”, explica Losada.

Obstáculos y oportunidades

La implantación masiva del autoconsumo renovable en la industria es una oportunidad de mejora de costes y al mismo tiempo un reto. Entre los principales obstáculos, Blanca Losada señala “las propias dificultades del desarrollo de los proyectos y sobre todo el acceso a la red”. Por ello, “es importante resaltar que el acceso a la red del autoconsumo industrial podría y debería tener un tratamiento específico, precisamente para poner en valor el potencial de ahorro en términos de coste, tiempo y energía que supone una generación renovable de proximidad e integrada con el consumidor”, añade.

Junto al autoconsumo, existen otras vías que permiten a la industria beneficiarse de las ventajas de la energía fotovoltaica: por un lado, existe la opción de suscribir PPAs con plantas de generación fotovoltaica y, por otro lado, la modulación de la curva de consumo permitiría aprovechar el descenso de precios en horas diurnas que se producirá en el mercado los días de alta producción solar. “Desde el punto de vista del coste de suministro, la diferencia entre un PPA y un autoconsumo es el ahorro que supone esta última opción en el coste de los cargos, peajes e impuestos que se aplican al suministro a través de la red”, explica Losada. En cierto sentido, “ambas modalidades compiten como alternativa de suministro, más aún cuando en ambos casos la producción es fotovoltaica, con un perfil de producción casi idéntico”, apunta.

Otra oportunidad interesante de la fotovoltaica para la industria es su potencial como negocio en sí mismo. “No hay que ver este sector únicamente como una fuente de suministro de energía, sino también como una oportunidad de negocio industrial”, afirma. “Podemos fabricar en España lo necesario para el desarrollo de la industria fotovoltaica, de modo que el valor añadido se quede aquí, en la misma línea de lo que la Administración estadounidense está intentando promover con el Acta de Reducción de la Inflación”, añade.

“Actualmente existen cuellos de botella en todas las etapas del desarrollo y construcción de plantas fotovoltaicas, desde la disponibilidad de terrenos a la mano de obra especializada, pero la principal dificultad estratégica es la necesidad de importar la tecnología”, explica la experta. “Las empresas se están centrando en gran medida en el desarrollo y la producción, pero la fotovoltaica realmente es una gran oportunidad industrial, con importantes sinergias en dicho ámbito: fabricación de estructuras y seguidores, soluciones modulares, electrónica de potencia, sistemas de control… Recientemente, la Unión Europea ha hecho pública su Net Zero Industry Act, con el objetivo de aprovechar precisamente esta oportunidad. Hay empresas españolas que lo están haciendo muy bien emprendiendo en estos negocios y sería muy oportuno desarrollar medidas que fomenten el atraer a nuestro país la tecnología y la actividad industrial en este campo, de manera que aprovechemos el sol del que disfrutamos para desencadenar un auténtico círculo virtuoso de desarrollo”, concluye.