Comunicado

Sondeo del Foro Industria y Energía sobre descarbonización y gestión energética de la industria

  • El 67% de los participantes en el sondeo del Foro Industria y Energía considera que es posible lograr el compromiso, pero más del 40% de estas respuestas afirmativas añaden que será un proceso complicado.
  • “Debemos recordar que la sostenibilidad y la eficiencia energética son dos conceptos que van unidos, y que la transición ecológica no solo se reduce al uso de energías renovables, sino también a la optimización de la producción y del consumo de energía”. (Eduardo Álvarez)
  • A día de hoy no existe industria que no consuma energía, por lo tanto, hay que focalizarse en la eficiencia energética, no solo porque no queda otra opción, sino también porque aporta un ahorro considerable, que se traduce en competitividad y reputación.
  • “A ojos de los reguladores, la industria debe dejar de ser un consumidor neto de energía en su mayor parte de origen fósil, para ser también un productor más de energía térmica renovable y biocombustibles a partir de la gestión de residuos y economía circular” (Javier Santacruz)

Madrid, 14 de junio de 2022.- El sector industrial español considera viable, pero no exento de dificultades, el cumplimiento del compromiso europeo de emisiones netas cero en 2050. Así se concluye del reciente sondeo realizado por el Foro Industria y Energía a sus asociados, pertenecientes a toda la cadena de valor de la producción y el consumo de energía en la industria, en el que el 67% de los encuestados consideran que es posible lograr este compromiso.

No obstante, los industriales consideran que el camino hacia la descarbonización no está exento de obstáculos. Así, el 40% de las respuestas afirmativas a esta pregunta añaden que conseguir este compromiso será muy complicado. Además, es importante destacar la nada desdeñable cifra del 33% de respuestas que consideran inviable este cumplimiento. El sondeo se realizó en el mes de marzo en formato de pregunta abierta.

Entre los principales escollos que señalan los encuestados para cumplir este compromiso destaca la falta de concienciación real de la industria, la insuficiente electrificación con la que está dotada, los efectos negativos de la transición energética para su competitividad y la falta de transversalidad y de colaboración en el uso colectivo de renovables y en evitar el desperdicio de energía.

Eduardo Álvarez, director técnico del Foro Industria y Energía, explica que “el proceso de descarbonización será largo y complicado. Es muy comprensible la preocupación de la industria sobre su proceso de adaptación, ya que debe seguir manteniendo su competitividad al mismo tiempo que renuncia al uso de combustibles fósiles”. En este sentido, el experto apunta que “debemos recordar que la sostenibilidad y la eficiencia energética son dos conceptos que van unidos, y que la transición ecológica no solo se reduce al uso de energías renovables, sino también la optimización de la producción y del consumo de energía”.

 

Inversión en I+D y renovables con apoyo público

El sondeo señala que la industria tiene potencial para contribuir a su propia descarbonización. Los expertos participantes han señalado como las principales vías para lograrlo la inversión masiva en I+D con apoyo del sector público; el fomento del autoconsumo, de la eficiencia y del ahorro energético, y el impulso a la electrificación, redes e infraestructuras eléctricas y gasistas y a los nuevos vectores de almacenamiento como el bombeo reversible, las pilas de salmuera o de hidrógeno. En el capítulo del ahorro energético, algunas voces señalan la necesidad de avanzar hacia un mundo que necesite menos materiales cuya elaboración sea intensiva en energía.

Al mismo tiempo, la importancia de la energía en la competitividad de la industria es una visión compartida por la mayor parte de los encuestados. Los expertos señalan que, a día de hoy, no existe industria que no consuma energía, por lo tanto, hay que focalizarse en la eficiencia energética, no solo porque no queda otra opción, sino también porque aporta un ahorro considerable, que se traduce en competitividad y reputación.

Un elemento relevante es la capacidad que podrían tener muchas industrias de convertirse en centrales de generación en régimen de autoconsumo individual o compartido mediante la fórmula de comunidades energéticas industriales. En este sentido, Javier Santacruz, analista del FIE, señala que “la industria puede pasar de ser una consumidora neta de combustibles a ser productora neta a través de una regulación apropiada de vertidos excedentarios a la red de energía producida a partir de cubiertas fotovoltaicas, comercialización de subproductos como biogás o hidrógeno, y como gestores de la demanda en momentos de sobrecarga, entre otros”.

 

La independencia del combustible fósil, más allá de 2040

Los participantes en el sondeo realizado por el Foro Industria y Energía fijan en 2040 el año aproximado en que podría comenzar la independencia de la industria respecto al combustible fósil, pero con salvedades. Algunos expertos consideran que esta independencia solo llegará cuando el combustible procedente de renovables no sea más caro que el fósil; otras opiniones marcan este hito en el momento que se produzca una emergencia global o se generen ayudas económicas a la transición de suficiente calado.

Una cuestión importante es determinar qué se entiende por independencia, si se trata de la desaparición total del combustible fósil, caso en el que el proceso se alargaría previsiblemente más allá de 2050, o bien se limita un porcentaje, en torno al 30%, dentro del total de energía empleada. En cualquier caso, los expertos señalan que, para conseguir esta independencia, siquiera parcial, es necesario invertir en desarrollos de fuentes renovables, como el hidrógeno verde o el biogás, que incrementen la competitividad de las energías limpias.