Los gases renovables van acaparando protagonismo en los últimos meses  en España, cada vez más consciente del enorme potencial productivo del país y de su papel fundamental para impulsar y acelerar la descarbonización de la industria en aquellos sectores de difícil electrificación.

Según datos del Miteco del 100% de la energía que se consume en España, únicamente el 23%-25% es energía eléctrica, el resto son combustibles fósiles, tanto líquidos como gaseosos. Si a día de hoy pretendemos descarbonizar la energía apostando solo por la electrificación, aunque fuésemos capaces de producir el cien por cien de la demanda con electricidad renovable apenas lograríamos descarbonizar el 25% del total de la energía consumida.

Tal y como adelantó el FIE hace unos meses las energías renovables no eléctricas son imprescindibles para conseguir los objetivos de descarbonización que nos hemos fijado como país en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Según el estudio de potencial de la CE, nuestro país ocupa el tercer lugar para desarrollos de biogás, detrás de Alemania y Francia, con un potencial de 122 TWh que podrían ser generados por residuos orgánicos.

El biogás es una fuente de energía renovable, sostenible y gestionable. Sus externalidades son su gran fortaleza por los beneficios ambientales de su producción y uso, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y evitando la contaminación de los residuos orgánicos, fijando población en el medio rural, proporcionando energía verde y asequible a la industria y a los municipios y reforzando la economía circular.

Sin embargo, la hoja de ruta del biogás todavía se encuentra en una etapa inicial de desarrollo en el país con oportunidades de crecimiento y desarrollo siempre que se proporcione un marco de seguridad jurídica para incentivar las inversiones vía régimen retributivo.

Además, es necesaria una buena pedagogía que salve las resistencias sociales y administrativas en el ámbito local y autonómico que ponga en valor el papel del biogás para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, promover una economía circular en España y favorecer la economía circular.