• La incertidumbre ha generado ya que algunas grandes empresas hayan tenido que renunciar a los PERTE a pesar de haber realizado importantes avances en procesos de electrificación en industrias en las que esta electrificación es muy compleja.

  • “La incertidumbre mata a la industria”, advirtió Albert Concepción, director del FIE, durante la jornada “Claves para la seguridad de suministro en Cataluña: redes eléctricas y energía nuclear”, organizada por Foment del Treball.

  • Albert Concepción, director del Foro Industria y Energía, explica que muchos de los problemas actuales de la red eléctrica catalana se derivan del “generacentrismo”: una tendencia histórica a centrarse únicamente en la generación de energía, sin tener en cuenta dónde y cómo se consume.

  • El mapa de capacidad de subestaciones presentado por el FIE evidencia que muchas infraestructuras siguen diseños del siglo XX, y que la planificación de red del siglo XXI debe alinear oferta y demanda industrial moderna.

14 de noviembre de 2025

El pasado lunes, Foment del Treball acogió la jornada “Claves para la seguridad de suministro en Cataluña: redes eléctricas y energía nuclear”, un espacio de análisis que reunió a líderes del sector industrial y representantes institucionales para debatir sobre el futuro energético de la comunidad. Durante el encuentro, el Foro Industria y Energía presentó su mapa de subestaciones eléctricas de Cataluña, elaborado junto a Opina 360, que identifica los principales cuellos de botella de la red y los retos de conexión que condicionan el despliegue de renovables y la actividad industrial.

El debate contó con la participación de Marta Morera, directora general de Energía de la Generalitat de Catalunya, y de expertos industriales como Pere Sabaté (BASF), Ernest Valls (ACOGEN) y Oriol Xalabarder (ASEME). Desde el FIE, nuestro director, Albert Concepción, guio a los asistentes a través de los datos y destacó las áreas donde la disponibilidad de red y la distribución de subestaciones no se corresponden con la ubicación de la demanda industrial actual.

Más allá de los números, el director del FIE también puso el foco en un concepto que, según él, explica algunos de los problemas actuales: el “generacentrismo”, la tendencia a centrarse únicamente en la generación de energía y dejar de lado la demanda real de la industria y de los consumidores. “Hasta ahora nos hemos centrado demasiado en la oferta y no en la demanda”, señaló, y la propia Marta Morera, directora general de Energía de la Generalitat de Catalunya, lo reconoció: “Nadie pensaba en la demanda, porque todos los esfuerzos estaban en la generación”. Esta visión centrada únicamente en la generación ha provocado que muchas inversiones industriales no tengan garantizado su suministro eléctrico, dificultando la planificación y limitando la expansión de la actividad productiva.

Otro aspecto crítico señalado por el FIE es que muchas subestaciones y puntos de acceso no están “donde deberían”. La red eléctrica catalana aún conserva estructuras y ubicaciones diseñadas en el siglo XX, pensadas para industrias que ya no existen o para zonas urbanas residenciales. En Barcelona, por ejemplo, algunas subestaciones muestran un alto acceso disponible porque fueron construidas junto a fábricas históricas, como la de Damm o la España Industrial. Aunque podría parecer por los datos que ciudades como Barcelona, con un grado de saturación del 67,6%, tienen un gran volumen de acceso a las conexiones eléctricas, la realidad es que prácticamente la mitad de estos accesos están en el centro de la ciudad, donde no hay instalaciones fabriles ni puede haberlas en el futuro. Existe, por tanto, un desajuste entre la oferta de conexión y la demanda industrial actual, concentrada en polígonos y áreas industriales menos conectadas, que solo puede resolverse con una planificación estratégica adaptada a la realidad del siglo XXI, incorporando criterios de localización de la industria moderna y potenciando la flexibilidad y la distribución de la red.

La incertidumbre, el peor enemigo

El responsable del FIE también puso el foco en la incertidumbre constante que pesa sobre la industria, un asunto que desde el FIE destacamos y tratamos con frecuencia: “La incertidumbre mata a la industria”, advirtió. La falta de claridad sobre normativa, retribuciones y acceso a la red genera riesgos que muchas empresas no pueden asumir. Como explicó, esta incertidumbre ha generado ya que algunas grandes empresas hayan tenido que renunciar a los PERTE a pesar de haber realizado importantes avances en procesos de electrificación en industrias en las que esta electrificación es muy compleja. Otras empresas, han sufrido importantes retrasos en sus procesos de descarbonización. Pere Sabaté, de BASF, ilustró este punto con un ejemplo concreto: algunas inversiones industriales se aprobaron internamente sin que hubiera confirmación de disponibilidad de red, corriendo un riesgo financiero importante. Oriol Xalabarder, presidente de ASEME, coincidió en que la transición energética multiplica la complejidad de la red y su gestión, y que la falta de claridad sobre cómo se implementarán las infraestructuras y la regulación limita la capacidad de las empresas para invertir. Ernest Valls, de ACOGEN, subrayó que garantizar la cogeneración y materializar las subastas pendientes es clave para reducir esta incertidumbre y asegurar que la industria opere con energía confiable y eficiente.

La directora general, Marta Morera, remarcó la importancia de la coordinación entre todos los agentes implicados, un objetivo fundacional del Foro Industria y Energía, que nació con la aspiración de incluir en la conversación a todos los eslabones de la cadena de valor de la gestión energética industrial.

La jornada mostró que los retos de la seguridad de suministro no se limitan a la infraestructura o a la generación, sino que dependen de una visión integrada que combine planificación estratégica, atención a la demanda real y reducción de la incertidumbre regulatoria. Solo con estas piezas bien alineadas será posible garantizar que la industria catalana disponga de energía confiable y eficiente, capaz de sostener inversiones, innovación y competitividad a largo plazo.